La sanación y posteriormente la evolución del ser humano inicia con la Reconexión, inicialmente reconectando nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro ser, para posteriormente reconectar desde una nueva conciencia con las personas con quienes nos vinculamos frecuentemente, para finalmente permitirnos reconectar con la sociedad que nos rodea como resultado de desarrollar un sentido de pertenencia y propósito dentro de la misma. La evolución por su parte involucra transformar todo el dolor y experiencias adversas en un aprendizaje que permita ser integrado para crecer desde un lugar autentico resultado de esa reconexión, alineados así con nuestro verdadero ser, nuestro propósito y derivando en una vida con significado.